
Barcelona
Mario Sasot. Zaragoza
Recientemente, la Agencia Catalana de Turismo, organismo de la Generalitat de Catalunya presentó, en el excelente marco gastronómico del restaurante Novo Davo de Zaragoza, el proyecto de desarrollo turístico llamado Grand Tour de Catalunya, que aprovechando el paso del tren de alta velocidad por ciudades “con mucho carácter” en definición de sus promotores, como Lleida, Tarragona, Reus y Valls, Barcelona, Girona y Figueres se ofrecen como objetivo ideal para planear city-breaks de corta estancia y a la vez son el pórtico en el que adentrarse hacia unas comarcas poco conocidas y pueblos con encanto.
Viniendo desde la línea de origen Madrid- Zaragoza, la primera parada con la que nos encontramos es Lleida, situada a los pies de dos colinas sobre las que se levantan la Seu Vella y el castillo templario del Gardeny, que acogió en la antigüedad a ilergetes, romanos, visigodos, judíos, árabes y cristianos, todos los cuales dejaron su improntas en sus calles, barrios y plazas. Sus vegas aledañas regadas por el Segre nutren de excelente fruta dulce y verduras a toda la zona, que además ofrece excelentes vinos y aceites.

Lleida
Próxima parada: Camp de Tarragona, una estación ferroviaria de entrada inhóspita que permite acercarte a la capital de la provincia, con su anfiteatro romano, la catedral de Santa Tecla, el privilegiado Mirador del Mediterráneo, su Rambla Nova, y sus barrios medievales y modernistas, que hacen las delicias de los caminantes.
Desde ese mismo cruce de caminos tenemos a tiro de piedra las ciudades de Reus, patria chica de personajes ilustres, como el arquitecto Gaudí, el pintor Fortuny y el general Prim, con un animado centro urbano comercial lleno de singulares edificios modernistas, ¡ah! y sin olvidar que es considerada la capital mundial del vermut.
Cerca de ella se encuentra Valls, origen, según algunos, de los castellets o torres humanas y cuna de delicias gastronómicas como los calçots y el romescu.
Desde la Catalunya Sur, el tren de Alta Velocidad remonta encrespadas sierras y litorales sinuosos hasta llegar a Barcelona, la capital de la Comunidad y referencia europea y mundial, sobre la que la Agencia Catalana de turismo recomienda un paseo distendido por los mercados tradicionales y los barrios de tradición marinera como la Barceloneta. También ha diseñado diversas rutas literarias y sugiere la visita a la Casa Vicens, primera vivienda de Gaudí en la ciudad condal, o los museos MNAC y MOMA.

Girona
La siguiente estación nos lleva Girona, donde el visitante puede disfrutar del recorrido por los barrios árabes y la judería, de experiencias como el Temps de Flors, que tiene lugar una semana de mayo, y de delicias gastronómicas como sus distinguidos restaurantes, los vinos la D.O. Empordà y los pasteles denominados Xuxos.
Antes de atravesar la frontera francesa, el tren nos deja el encanto de Figueres, patria de Dalí, donde no puede dejar de visitarse el Teatro Museo Galí y la torre Galatea, el castillo de Sant Ferran o recorrer la hermosa rambla, repleta de edificios clásicos y modernistas.
El consorcio turístico de la Generalitat catalana también ofrece la oportunidad de conocer con mayor profundidad la Catalunya más peculiar a través de un recorrido de 2.000 kilómetros de 13 días de duración por todas las comarcas. La ruta se iniciaría en Barcelona y seguiría en dirección de las agujas del reloj señalando carreteras de especial interés paisajístico, zonas de interés monumental, rutas de interés natural y parques nacionales, lugares accesibles para personas con movilidad reducida, etc.
Asimismo, la ACT tiene programadas 12 rutas temáticas que abarcan ámbitos desde la Arquitectura de Gaudí, rutas marinas, ciudades medievales, la Catalunya interior , Entre el mar y la montaña, espacios naturales protegidos, etc.