Morillos. Ramón Acín-
FOTOS: Elena Cebrián
De improviso, casi de puntillas y sin avisar, se presentó en el Museo Pablo Serrano de Zaragoza, nada menos que en un seis de agosto, una exposición singular, tanto por su enfoque didáctico, crítico y valiente, como por la figura poliédrica, controvertida y capital en la cultura aragonesa del siglo XX como fue Ramón Acín, el artista oscense fusilado en los inicios de la Guerra Civil en la tapia del cementerio de su ciudad natal, cuya obra vertebra la muestra.
Bajo el título, nada neutro, de “El Arte contra la violencia”, su comisario, el profesor Carlos Mas Arrondo, ha tratado de describir (y lo consigue) la trayectoria artística de una personalidad como Acín que, según Más “partiendo de unas convicciones éticas profundas, consigue transformarlas en materia estética”. Asimismo, de Katia Acín, la hija mayor del artista, que vio salir detenidos a sus padres de casa un 6 de agosto de 1936 y ya no volvió a verlos vivos nunca más, nos muestra el trágico dolor de una víctima total convertido en un arte desgarrado, pesimista y oscuro más de seis décadas después de ocurrida la tragedia familiar.